Los cuadros eléctricos industriales constituyen un elemento indispensable para cualquier instalación eléctrica. Se encargan de controlar la potencia eléctrica que viene desde la red. Al mismo tiempo, ejercen una función de protección de los circuitos que componen la instalación. ¿Conoces qué tipos de cuadros eléctricos industriales existen y cuáles son sus características? ¡En este artículo te lo contamos!
Índice
Qué funciones realizan los cuadros eléctricos industriales
¿Cómo garantizan los cuadros eléctricos industriales el correcto funcionamiento de las instalaciones? Son los responsables de disminuir el riesgo de cortocircuitos y sobrecargas, garantizando siempre un funcionamiento adecuado.
Una forma de evitar riesgos en cualquier empresa industrial es realizar un correcto mantenimiento de los cuadros eléctricos. Debemos revisarlos de forma periódica ya que, además de evitar riesgos innecesarios, estaremos disfrutando de una mejor eficiencia energética.
Entre todas las funciones que realizan los distintos tipos de cuadros eléctricos industriales, podemos destacar las siguientes:

- Gestionan la corriente eléctrica garantizando que sea la adecuada para todos los aparatos que se conectan a la red eléctrica.
- Muchos de sus componentes protegen los circuitos que forman la instalación: fusibles, protecciones magnetotérmicas y diferenciales entre otros.
- Se reduce el peligro de sobrecargas o circuitos en las instalaciones eléctricas de las empresas industriales.
- Otra de sus funciones es realizar la supervisión del funcionamiento adecuado de los equipos que intervienen en la cadena de las tareas industriales.
Tipos de cuadros eléctricos industriales
Lo normal es encontrar en viviendas o locales comerciales un único cuadro industrial. Sin embargo, las exigencias del sector industrial son muy diferentes. Precisan de otros tipos de cuadros eléctricos industriales cuyas características vamos a contarte a continuación:
Cuadros de distribución
Su función principal es la gestión de la potencia correcta de los equipos y de la maquinaria que se encuentra conectada al cuadro. Por otro lado, protegen los distintos circuitos de la instalación.
Cuadros de maniobra
Constituye uno de los tipos de cuadros eléctricos industriales que realizan el control de un proceso de forma muy sencilla a través de la lógica cableada. Además de los que detallamos a continuación, podrás encontrar más tipos en el mercado:
- Cuadros eléctricos industriales de electrónica
- Cuadros eléctricos industriales de protección
- Cuadros eléctricos industriales de servidores
- Cuadros eléctricos industriales de control de motores
Dependiendo de qué tipo de industria se trate y de cuál sea su actividad, precisará unos tipos de cuadros eléctricos industriales u otros.
Cuadros de control
Los cuadros de control se encargan de la gestión de un proceso del que puede variar su complejidad, usando uno o varios PLCs (Controladores Lógicos Programables). Normalmente, incorporan algún tipo de interfaz hombre-máquina, como podría ser una pantalla táctil. Además, la capacidad para conectarse a la red de estos cuadros no ha dejado de crecer, y nos permite realizar tareas de soporte y mantenimiento de forma muy efectiva, remota y rápida.
Importancia del mantenimiento de los cuadros eléctricos industriales
Ya hemos repasado por qué los cuadros eléctricos industriales juegan un papel indispensable en la industria. Su actualización y mantenimiento deben convertirse en tareas obligadas. Esta tarea se conoce como “retrofitting”, término que se emplea para denominar la reforma o reparación de máquinas o sistemas.
Tanto el mantenimiento como el correcto montaje de un cuadro eléctrico industrial nos evitará problemas a corto y a largo plazo. Además, nos ayudará a identificar cualquier tipo de avería.
Ventajas de los cuadros eléctricos industriales
¿Qué beneficios conlleva el uso de los diferentes tipos de cuadros eléctricos industriales?
- Nos ayudan a reducir los accidentes producidos por causas eléctricas.
- Reducimos los costes de mantenimiento.
- Incrementan la productividad.
- Nos permiten adecuarnos tanto a la instalación eléctrica como a la normativa vigente.
- Reducen los periodos de inactividad.
- Nos permiten recuperar la inversión de forma muy rápida.